03 de FEBRERO del 2023
Como su nombre lo indica, la automedicación es la acción de tomar medicamentos sin prescripción médica previa o sin la supervisión de un profesional de la salud. Resulta frecuente que las personas recurren a la automedicación para tratar afecciones menores, como dolores de cabeza, resfriados y dolores musculares. Sin embargo, el uso inadecuado de medicamentos puede tener riesgos para la salud.
La resistencia antimicrobiana es un fenómeno en el que los microorganismos, como bacterias,
virus y hongos, desarrollan una resistencia a los fármacos que se usan para combatirlos. Esto se debe en gran
medida al uso excesivo e inadecuado de antimicrobianos, los cuales incluyen a los antibióticos, los
antivíricos, los antifúngicos y los antiparasitarios.
Una vez que los microorganismos se vuelven
resistentes a los medicamentos, es más difícil tratar las enfermedades que causan.
De acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud) la resistencia bacteriana es una de las 10
principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad.
Además, se estima que
las enfermedades infecciosas resistentes a los medicamentos causan aproximadamente 700,000 muertes al año,
cifra que se estima puede aumentar a 10 millones por año para 2050.
La diseminación de la resistencia antimicrobiana se adquiere a través de los genes que codifican a los
antibióticos o mediante la mutación o alteración de algún gen.
Los organismos
resistentes a los antimicrobianos se encuentran en las personas, los animales, las plantas y el medio ambiente en
general, por lo que pueden propagarse entre personas y animales, muchas veces a partir de alimentos de origen
animal. De hecho, el microbioma del intestino es la principal reserva de organismos resistentes a los
antimicrobianos.
Algunos de los principales factores que favorecen este proceso de propagación son:
La automedicación puede contribuir a la resistencia antimicrobiana de varias maneras, entre las que se encuentran:
Por todo lo anterior, la resistencia antimicrobiana también tiene un impacto importante en la
economía de los países y sus sistemas de salud, ya que afecta el tratamiento y recuperación de
los pacientes, haciendo que requieran de una atención más costosa e intensiva.
Desde 2015, el Comité Regional de la OMS para las Américas aprobó el Plan de Acción Global para combatir la resistencia a los antimicrobianos, aplicándose en el contexto y necesidades de cada país. En respuesta a esta solicitud, México publicó la Estrategia Nacional de Acción contra la Resistencia a los Antimicrobianos (ENARM).
Con el objetivo de activar soluciones a la problemática, se han iniciado estrategias
como:
Educación y capacitación para crear conciencia sobre la resistencia a los
medicamentos.
Reforzar el conocimiento y evidencia científica, mediante la vigilancia e
investigación de la salud animal y humana.
Implementación de medidas preventivas de higiene y
saneamiento para disminuir el alcance de las infecciones.
En conclusión, la
automedicación puede tener efectos secundarios graves para la salud, incluyendo la resistencia
antimicrobiana. Por esta razón, siempre es importante que ante cualquier padecimiento se consulte con un
profesional de la salud actualizado en el tema de la correcta medicación.
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Referencias